Alvaro Javier Calderón

Cosas mías

 

MÁS ALLÁ DE LOS ESTADIOS, O ¿MÁS ACÁ?

 

La actualidad del fútbol profesional en Colombia da grima, sin que la expresión se manifieste como un eufemismo, sino, que debe entenderse en su dolorosa acepción como: desasón, asco o disgusto

 

Lo anterior, porque la forma descarada como acomodan sorteos, designan árbitros y arreglan partidos para que se den los resultados que convienen a algunos directivos y/o empresarios, lleva a la conclusión expresada en el párrafo precedente.

 

El primer compromiso que plantea interrogantes es el de la Liga Femenina jugado en Cali entre América, segundo de la tabla y Llaneros, aspirante a un cupo entre los clasificados a disputar el título; resulta que la árbitra Manuela Vásquez Franco convalidó una acción de gol protestada por las visitantes, aduciendo, éstas, que la pelota no había traspasado la linea de gol, como lo exige la regla 10 del reglamento del fútbol.

 

El otro juego con acciones extrañas es el de Deportes Quindío, actuando como visitante ante Leones, especialmente por la acción al final, cuando el juez central Edison Ariza Moreno sanciona, a los 88 minutos, una pena máxima a favor de los cafeteros pasando por alto la infracción del atacante quindiano (mano) previa a la falta sancionada como pena máxima.

 

Se tomaron solamente dos hechos acaecidos con 22 horas de diferencia, porque la lista de casos puede ser interminable, con todo tipo de protagonistas y unos resultados también disímiles. El lector desprevenido pensará que, si en tan poco tiempo se presentan dos elementos confusos, ¿que podría pasar en una semana, en un mes o en un torneo?

 

Ha habido acusaciones por actuaciones malintencionadas de directivos, jugadores y técnicos, quienes, aparentemente, han sobornado o se han dejado sobornar para amañar resultados de los partidos de sus equipos; esos casos no se han demostrado, pero claro que: “cuando el río suena…” (complete usted el dicho), comentan las señoras.

 

Los días y las acciones raras y punibles seguirán repitiéndose sin que, autoridad alguna investigue a fondo los rumores o las verdades que se comentan. El fútbol profesional es un ente autónomo, privado e independente que no puede ser investigado porque, de hacerlo las autoridades, sería expulsada, de la FIFA, organismo rector del fútbol mundial, la Federación Colombiana de fútbol.

 

Los entes de control deben intervenir, aunque el precio que se pague sea alto y las sanciones sean drásticas, en lo internacional, porque lo más importante es limpiar la casa, pase lo que pase.

 

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